El Palacio de la Isla expone como Documento del Mes de Septiembre un Plano del alcantarillado del Puente de San Francisco de 1886, “un puente, cercano a la Ribera del Marco, que es y ha sido un espacio urbano que ha pasado por diferentes etapas,  en función de los arreglos que en ese lugar se han ido realizando a lo largo de los siglos”.

En sus inmediaciones fluían diferentes arroyos que desembocaban en la propia ribera, por lo cual cuando llegaban las lluvias y los arroyos aumentaban su corriente, los alrededores del puente se convertían en zonas de inundación. Por ello a partir de 1865 se empieza a estudiar la posibilidad de realizar una obra de saneamiento que convierta el lugar en un área de paso seguro para carros y bestias.

El arquitecto León de Mora, realiza una plano del lugar donde se pretende actuar para que tanto el puente, construido  a partir de  1798, como los viejos pilares que durante siglos se habían surtido de las aguas provenientes de la inmediata Fuente Nueva,  se doten de elementos de ornato que hagan más atractiva esta vía de acceso.

También diseña la alcantarilla con una altura de 1,13 metros y un empedrado para evitar barrizales en invierno y  para que las aguas puedan correr libremente sin causar inundaciones.

El presente documento, nos acerca a un área urbana que desde siglos atrás se había convertido en una de las principales vías de acceso a la ciudad. En su transitar por los caminos de la historia hemos conocido diferentes puentes, el último construido a partir de 1972 cuando desaparece el viejo puente decimonónico.  Este último puente, sin uso alguno, aún permanece situado en una rotonda,  que nos indica que en otros tiempos fue necesario para salvar los diferentes regatos que buscaban su desembocadura en la Ribera del Marco.