La escultura de San Jorge montado a caballo, del siglo XVII, que es propiedad del Ayuntamiento, se encuentra de nuevo en el consistorio tras haber sido limpiada y restaurada en el Centro de Restauración de Bienes Culturales de Extremadura.

El concejal de Patrimonio en funciones, José Ramón Bello, ha señalado que “se trata de una talla elaborada en madera, con unas dimensiones de 1 metro por 53 y 30 centímetros. Una imagen de bulto redondo, de madera policromada, que ya fuera restaurada en 1994 y que, tantos años después, requería una nueva limpieza y restauración”.

Es una figura ecuestre en la que San Jorge luce melena, con unos largos mechones, cubierta por un casco. Lleva una camisa de puños y cuellos abullonados sobre la que lleva una armadura entre medieval y romana, cruzada por una banda, con una larga espada al cinto y grandes botas con espuelas. Eleva su lanza a modo de estandarte victorioso, montado sobre un caballo rígido; bajo sus patas se sitúa el dragón que semeja un gran odre verdoso y cuenta con dos agujeros que según los autores del libro que se hiciera en su momento, estarían destinados a coger la parte de la lanza que se ha perdido.

Según los expertos que han estudiado la talla históricamente, ha indicado, “es una escultura que mantiene la ingenuidad, encanto y frescura de las obras de carácter popular propias del siglo XVII”.

“Gracias a la colaboración con la Junta de Extremadura”, ha destacado, “se ha podido llevar a cabo un importante trabajo de limpieza y restauración por parte del Centro de Restauración de Bienes Culturales de Extremadura en Mérida. Hace un año  se llevaron a cabo los primeros estudios y se trasladó la escultura para que fuera restaurada en los talleres de dicha institución”.

Según el informe de los restauradores del centro, ha añadido, “la escultura contaba con roces generalizados por los traslados, grietas en el soporte, una pérdida de soporte de mayor y menor cuantía e incluso un ataque de insectos en la cabeza del caballo”.

Por todo ello, ha detallado, “se llevó a cabo una limpieza de la superficie, la consolidación y desinfección del soporte, la cubrición de las grietas y la reconstrucción de parte del mechón del adorno del casco y demás faltantes con una resina, también se ha reintegrado parte de la capa y la policromía que se había perdido en una de las partes de la escultura y finalmente se dieron tres capas de barniz para poder proporcionarle la protección adecuada a esta joya del patrimonio cacereño”.

“El Ayuntamiento de Cáceres está implicado con su patrimonio, lo protege y custodia, y gracias a colaboraciones como esta con la Junta de Extremadura y el Centro de Restauración de Bienes Culturales se hace posible conservar y consolidar la perduración de estos elementos muebles para las generaciones venideras”, ha aseverado Bello.