Hace diez años, los dirigentes europeos prometieron acabar con la pobreza en la UE antes de 2010. El plazo se acaba, pero el objetivo aún queda algo lejos.

La pobreza no está sólo en los países en desarrollo, sino que también es una lacra en las sociedades europeas, una cuestión compleja que impide a muchas personas llevar el tipo de vida que la mayoría de nosotros vemos como normal. Muchas veces resulta de factores tan diversos como un bajo nivel de educación, adicciones o infancias difíciles con acceso limitado a los recursos culturales, sociales y materiales.

En la UE se considera que una persona es pobre si su renta está por debajo del 60% del salario medio del país en el que vive. Según este criterio, casi 80 millones de europeos (más del 15% de la población) viven en el umbral de la pobreza o por debajo de él. Uno de cada diez europeos vive en una familia en la que nadie tiene un empleo y, entre los que lo tienen, hay un 8% cuyo trabajo no basta para sacarlo de la pobreza.

Aun así, la situación no es desesperada. Uno de los valores esenciales de Europa es la solidaridad y, por ello, la UE ha declarado 2010 Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. Entre muchas iniciativas y actividades, están previstas una congregación de personas que viven en la pobreza en Europa en mayo y una mesa redonda en octubre. Además, cada país de la UE tendrá su propio programa para abordar problemas específicos.

Acabar con la pobreza era uno de los principales objetivos del plan de crecimiento y empleo English (Estrategia de Lisboa) que los Estados miembros adoptaron en 2000. Cabe esperar que la campaña del Año Europeo sea el catalizador necesario para que la lucha contra la pobreza siga siendo prioritaria y hacer realidad esas aspiraciones.

Fuente: http://ec.europa.eu/news/

 

 

 

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