El documento del mes de marzo del Palacio de la Isla saca a la luz en esta ocasión el un proyecto de 1924 para la construcción de un túnel para unir la residencia de la Preciosa Sangre con la iglesia de San Francisco Javier.

El proyecto fue realizado por los Padres de la Preciosa Sangre para unir ambos edificios a través de un túnel de casi 13 metros de longitud que pasaba por debajo de la calle de la Compañía y se trata del único proyecto de este tipo en la ciudad intramuros que conserva el Archivo Histórico Municipal de Cáceres.

Las obras para la construcción del túnel debían realizarse teniendo en cuenta una serie de condiciones establecidas por el ayuntamiento de la época, que contemplaban que la congregación religiosa pagase el permiso y las propias obras; así como el pago de un canon de 10 pesetas anuales por la ocupación de subsuelo público que jamás podrá ser enajenado a favor de la congregación religiosa.

Finalmente, se establecía que la tarifa establecida quedaría instituida para tiempos sucesivos pero, una vez realizada la obra, la congregación dejó de pagar la tarifa por lo que el ayuntamiento, en 1931, pidió el cierre del túnel. No obstante, la congregación acudió a los tribunales, que decidieron que no se cerrase y que la congregación abonase las tasas pendientes.

Para la construcción del túnel, que aún persiste aunque sin uso alguno, se tuvieron que perforar los muros de la residencia de la Preciosa Sangre y de la iglesia de San Francisco Javier.

Cabe señalar que tradicionalmente se ha especulado con la existencia de una red de pasadizos, túneles y puertas falsas que formaban parte del entramado de palacios en su interior. Aunque se desconocen gran parte de ellos, y otros solo se conocen por referencias de escasa credibilidad, es cierto que existieron.