El equipo de Gobierno ha asegurado que la concejala de Medio Ambiente no ha cometido ningún tipo de irregularidad, por lo que los partidos de la oposición están pidiendo una responsabilidad inexistente, por lo que desde el equipo de Gobierno se descarta pedir la dimisión.

Se ha querido defender la honorabilidad de la concejala y se ha incidido en que se trataba de una propuesta de viabilidad de un proyecto que salió adelante con los informes técnicos favorables y con los votos de PP, PSOE, Ciudadanos y la abstención de CáceresTú, por lo que el voto de la concejala a la que hace referencia la oposición no era ni necesario ni determinante para la aprobación de un proyecto que será muy beneficioso para la ciudad por la generación de oportunidades y empleo. En caso de no haber votado la concejala no se habría alterado el resultado de la viabilidad del proyecto, por lo que no se pueden buscar dobles lecturas a este asunto.

En este sentido, se ha señalado que la concejala no se abstuvo en dicho punto al entender que se trataba de una consulta relativa a la viabilidad y no se trataba de aprobar proyecto o recalificación alguna. Aun con todo, en el caso de haber cometido un error por no haberse abstenido, la concejala ha mostrado su total disposición a subsanarlo en la manera que sea necesaria, dado que, se ha querido dejar claro, no existía ninguna intencionalidad en que la acción pudiera afectar al proceso.

Se ha querido recordar que estos terrenos contaban ya con la calificación y el uso comercial y que la última aprobación del PGM, producida en el año 2010, se llevó a cabo alcaldesa Carmen Heras del PSOE junto con Izquierda Unida y Foro Ciudadano, y con la aprobación de la Junta de Extremadura, gobernada por Fernández Vara y muy anterior a la entrada de la concejala de Medio Ambiente en política, lo que constata la falta de implicación en los distintos procedimientos.

Además, también se ha querido dejar claro que dichos terrenos son propiedad familiar desde hace varias décadas, incluso antes de la construcción del antiguo centro comercial PRYCA que todavía está en servicio bajo otra marca comercial, lo que es un ejemplo de la falta de relación entre una cuestión y otra.

Por último, se ha señalado que lo último que se pretende es que esto pueda generar cualquier tipo de polémica o controversia sobre un proyecto beneficioso para la ciudad y para el desarrollo de Cáceres.