El Pleno del Ayuntamiento ha aprobado, con la abstención de Unidas Podemos y el concejal no adscrito Teófilo Amores, la concesión de la Medalla de la Ciudad de Cáceres 2022 al colectivo de jugadores, equipo técnico y directivo del Cáceres Club de Baloncesto que el 10 de Mayo de 1992 consiguió el ascenso a la Liga ACB, en su 30 aniversario.

El concejal de Deporte, Andrés Licerán, ha señalado que “es innegable la capacidad que tiene el deporte para poner de acuerdo, unir y colectivizar a gente de todo tipo de pensamiento, especialmente en nuestra ciudad donde igual de vulnerables somos a la decepción que a la ilusión por el éxito de uno o una de los nuestros”.

El 10 de mayo de 1992, ha recordado, “el modesto club de baloncesto de nuestra ciudad, que nunca había llegado a militar en la segunda categoría a nivel nacional de baloncesto, luchaba en el Pabellón de la Ciudad Deportiva por el ascenso a la máxima categoría, disputando una eliminatoria que lo decidía todo, un partido en el que en a falta de 30 segundos, el Prohaci Mallorca ganaba por 78-79, pero una canasta de Freixanet en el último segundo, lograba un triunfo histórico para Cáceres”.

“Aún queda en la retina de muchos cacereños y cacereñas, esas colas kilométricas que comenzaban la noche anterior para conseguir una entrada y poder ver a su Cáceres”, ha resaltado, “como una ciudad de 90.000 habitantes con un equipo modesto en lo económico, pero con un gran espíritu deportivo, despertaba una ilusión deportiva que terminaría con aquella gesta que nadie esperaba y con su equipo en lo más alto, para medirse con los grandes equipos del baloncesto nacional”.

Y como aquel 10 de mayo de 1992, “aquellos 3.000 espectadores en el último segundo del partido saltaron desde las gradas a la pista para continuar con una fiesta deportiva donde se fue uniendo gente que desbordó la ciudad de alegría durante toda la noche”.

“Rememoramos 30 años después”, ha señalado, “el ascenso del equipo de baloncesto a la liga ACB, por primera vez en la historia un equipo de la ciudad llegaba a lo más alto en el ámbito deportivo, un logro con el que se consiguió escribir una de las páginas más gloriosas en la historia del deporte cacereño”.

“Aquella canasta de Jordi no solo nos regaló la victoria y el ascenso”, ha manifestado Licerán, “sino que además nos dio un plus extra impagable de creencia en nosotros mismos, como ciudad y como colectivo y nos abrió las puertas a 11 años de permanencia en la máxima categoría del baloncesto español, hito que ningún otro club extremeño ha conseguido repetir”.

Años después, ha añadido, “vendrían además 4 participaciones en competiciones internacionales (3 en copa Korac y una en la Eurocopa) que pasearían el nombre de nuestra ciudad por todo el continente, “y tocar con los dedos una victoria en la Copa del Rey en la famosa final de León a la que se desplazaron para acompañarle más de 2.000 cacereños y cacereñas”.

“Aquel 10 de mayo de 1992 enviamos a cada rincón un mensaje claro: los cacereños y cacereñas estamos aquí, en todos los campos de la sociedad y vais a tener que sudar mucho para hacernos hincar la rodilla. Aquellos dos puntos regalaron a nuestros y nuestras jóvenes un mensaje de lucha, de sacrificio, de valores deportivos y de cultura del esfuerzo que no hubiéramos podido hacer llegar de manera tan eficaz, bajo ningún programa deportivo o educativo”, ha resaltado.

Los jugadores fueron Ángel de Pablos, Toni Romero, Álvaro Rodríguez, Juan Méndez (capitán), Roberto Gómez, Enrique Silván, Alberto Frías, Santiago García, Pepe Benedé, Víctor Ruiz, Gabriel Abrines, Jordi Freixanet, Jiri Okac y Felipe García; el cuerpo técnico: Martín Fariñas, Ñete Bohigas, Lázaro García, Jesús Pérez Caro, Juan Luis Morán y Juan José Rubio Regalado; y los directivos: José María Bermejo, José Luis Blanco, Ángel González, Antonio Bohigas Pulido, Manuel Arroyo y Rafael Valhondo.