El Documento del Mes de diciembre del Palacio de la Isla saca a la luz una propuesta para la creación de una red de luz eléctrica para el alumbrado público en la ciudad, de la empresa inglesa Julios G. Neville, domiciliada en Liverpool, que data del año 1894

La instalación de la luz eléctrica en Cáceres supuso un importante avance en el camino hacia la modernidad que la ciudad había emprendido en las últimas décadas del siglo XIX, como consecuencia de la creación, en el año 1881, de la línea de ferrocarril Madrid – Lisboa, que tenía en Cáceres una de sus estaciones.

La creación de una red de luz eléctrica para el alumbrado público habría de sustituir al vetusto alumbrado de aceite de petróleo, cuyos olores e inconvenientes lo hacían incómodo para los nuevos tiempos.

A estos avances se sumaría después, en el año 1896, la creación de las nuevas Ferias de San Fernando, que gracias al tren empezaron a gozar de cierto resplandor que siglos atrás se había perdido.

El debate sobre la instalación de la red eléctrica se inició hacia el año 1888, cuando se presentó en el ayuntamiento de la ciudad el proyecto de la empresa francesa ‘Edison’, que pretendía dotar de electricidad a los espacios públicos de Cáceres.

A este proyecto, desechado por las autoridades locales, se sucedieron otros de compañías de toda índole, que se presentaban ante las autoridades como los "adelantados" de la nueva energía. Una de las empresas que presentó sus credenciales fue precisamente la empresa Julios G. Neville, con sucursales en Madrid, Barcelona y Gijón.

La empresa inglesa se presentó como fabricante de dynamos y de toda clase de material eléctrico, necesario para la futura fábrica de luz que se debe instalar.

El debate sobre la instalación eléctrica duró varios años y no será hasta 1896 cuando la concesión se realiza a la Sociedad Eléctrica de Cáceres, que después de un tiempo de obras creó una estación eléctrica en el antiguo hospital del Sancti Espíritú.

Esta estación surtía de luz a 500 lámparas incandescentes y dos arcos voltaicos. Las luces permanecían encendidas desde la puesta de sol hasta las 12 de la noche en invierno, y hasta la 1:00 de la madrugada durante los meses de verano. Los motores, finalmente, fueron proporcionados por la empresa Julios G. Neville.

La inauguración oficial de la luz eléctrica se produjo el 28 de mayo de 1897, coincidiendo con la celebración de las ferias y fiestas de la ciudad. Así, Cáceres daba un paso importante de cara a su desarrollo, aunque el establecimiento de luz eléctrica en los domicilios particulares sería de lenta instalación.