La Alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, ha participado esta mañana en los actos celebrados con motivo de la Fiesta de San Antonio. Tras una misa en la ermita del barrio, se ha inaugurado un museo en la antigua casa del ermitaño, espacio que ha sido rehabilitado por una escuela taller de la Universidad Popular de Cáceres.

San Antonio es una ermita del siglo XV que primero fue sinagoga, ya que, se emplaza en el corazón del barrio judío cacereño. Anexa a la misma se encuentra la casa del ermitaño, que ha sido restaurada, al igual que la sacristía, por la Escuela Taller San Benito II de la Universidad Popular de Cáceres para destinarla como museo.

La casa del ermitaño consta de tres dependencias en dos plantas, tiene patio y desde la casa se accede a la sacristía. La rehabilitación se ha realizado entre enero y abril del presente año y ha participado en la misma un grupo de 30 alumnos que han realizado trabajos de albañilería, acabados de construcción, carpintería y cantería, bajo la tutela de monitores.

Los trabajos han consistido en eliminación de los cuartos de baño, cocina y tabiques, picado en la vivienda y sacristía, y lucidos con mortero de cal. También se ha rediseñado el patio que se ha techado, se ha construido una nueva escalera de acceso a la planta baja y se ha procedido a la limpieza de la cantería.

Los alumnos de la Escuela Taller tras finalizar estos trabajos, han continuado su formación y práctica en la recuperación de otra ermita cacereña, la de San Benito, situada en el barrio de Ceres Golf.

La Alcaldesa ha expresado su satisfacción por la apertura del nuevo espacio museístico que destaca aún más el valor del barrio judío cacereño y que ha sido realizado por alumnos de la universidad popular.

El museo alberga trajes del santo y obras donadas por devotos, piezas de candelería, y otros objetos de la ermita que hasta ahora permanecían guardados y que podrán visitarse y mostrarse a los cacereños y turistas.

En la inauguración participaron numerosas personas, entre las que destacan la mayordoma de la ermita, Pilar Floriano, su hijo Santos Benítez, la santera y autoridades civiles y militares.